POR FRANKLIN BRICEÑO

Actualizado a las 7:56 p. m. EDT, 11 de septiembre de 2024

LIMA, Perú (AP) - Alberto Fujimori, cuya presidencia de una década comenzó con triunfos que enderezaron la economía de Perú y derrotaron a una brutal insurgencia solo para terminar en una desgracia de exceso autocrático que más tarde lo envió a prisión, ha muerto. Tenía 86 años.

Su muerte el miércoles en la capital, Lima, fue anunciada por su hija Keiko Fujimori en una publicación en X.

Había sido indultado en diciembre de sus condenas por corrupción y responsabilidad por el asesinato de 25 personas. Su hija dijo en julio que estaba planeando ser para la presidencia de Perú por cuarta vez en 2026.

Fujimori, que gobernó con una mano cada vez más autoritaria en 1990-2000, fue indultado en diciembre de sus condenas por corrupción y responsabilidad por el asesinato de 25 personas. Su hija dijo en julio que estaba planeando ser para la presidencia de Perú por cuarta vez en 2026.

El expresidente de la universidad y profesor de matemáticas fue el forastero político consumado cuando salió de la oscuridad para ganar las elecciones peruanas de 1990 sobre el escritor Mario Vargas Llosa. A lo largo de una tumultuosa carrera política, tomó repetidamente decisiones arriesgadas y arruinadas que alternativamente le valieron adoración y reproche.

Se hizo cargo de un país devastado por la inflación desbocada y la violencia guerrillera, remendando la economía con acciones audaces, incluidas las privatizaciones masivas de las industrias estatales. Derrotar a los fanáticos rebeldes de Shining Path tomó un poco más de tiempo, pero también le valió un amplio apoyo.

Su presidencia, sin embargo, se derrumbó con la misma el misma dranada.

Después de cerrar brevemente el Congreso y meterse en un controvertido tercer mandato, huyó del país en desgracia en 2000 cuando las cintas de vídeo filtradas mostraban a su jefe de espías, Vladimiro Montesinos, sobornando a los legisladores. El presidente fue a Japón, la tierra de sus padres, y envió por fax su renuncia.

Aturdió a partidarios y enemigos por igual cinco años después cuando desembarcó en el vecino Chile, donde fue arrestado y luego extraditado a Perú. Esperaba presentarse a la presidencia de Perú en 2006, pero en su lugar terminó en la corte enfrentando cargos de abuso de poder.

El jugador político de alto riesgo perdería miserablemente. Se convirtió en el primer expresidente del mundo en ser juzgado y condenado en su propio país por violaciones de los derechos humanos. No se descubrió que hubiera ordenado personalmente los 25 asesinatos del escuadrón de la muerte por los que fue condenado, pero fue considerado responsable porque los crímenes se cometieron en nombre de su gobierno.

Su sentencia de 25 años no impidió que Fujimori buscara la reivindicación política, que planeó desde una prisión construida en una academia de policía en las afueras de Lima, la capital.

Su hija congresista Keiko intentó en 2011 restaurar la dinastía familiar postulándose para la presidencia, pero fue derrotada por poco en una vuelta. Se postuló de nuevo en 2016 y 2021, cuando perdió por solo 44.000 votos después de una campaña en la que prometió liberar a su padre.

"Después de una larga batalla contra el cáncer, nuestro padre, Alberto Fujimori, acaba de partir para reunirse con el Señor", dijo el miércoles X. "Pedimos a aquellos que lo amaron que nos acompañen con una oración por el resto eterno de su alma".

La presidencia de Fujimori fue, de hecho, una muestra descarada de autoritarismo absoluto, conocido localmente como "caudillismo", en una región que se alejaba de forma inestable de las dictaduras hacia la democracia.

Le sobreviven sus cuatro hijos. La mayor, Keiko, se convirtió en primera dama en 1996 cuando su padre se divorció de su madre, Susana Higuchi, en una amarga batalla en la que acusó a Fujimori de haberla torturado. El niño más joven, Kenji, fue elegido congresista.

Fujimori nació el 28 de julio de 1938, Día de la Independencia de Perú, y sus padres inmigrantes recogían algodón hasta que pudieron abrir una sastrería en el centro de Lima.

Obtuvo un título en ingeniería agrícola en 1956, y luego estudió en Francia y los Estados Unidos, donde recibió un título de posgrado en matemáticas de la Universidad de Wisconsin en 1972.

En 1984 se convirtió en rector de la Universidad Agrícola de Lima, y seis años después, se postuló para presidente sin haber ocupado nunca un cargo político, calificándose a sí mismo como una alternativa limpia a la clase política corrupta y desacreditada del Perú.

Se disparó del 6% en las encuestas un mes antes de las elecciones de 1990 para terminar segundo de nueve en la votación. Pasó a vencer a Vargas Llosa en una ronda.

La victoria, dijo más tarde, vino de la misma frustración que alimentó el Camino Brillante.

"Mi gobierno es el producto del rechazo, de estar harto de Perú debido a la frivolidad, la corrupción y el mal funcionamiento de la clase política tradicional y la burocracia", dijo.

Una vez en el cargo, la charla dura y el estilo práctico de Fujimori al principio solo le ganaron aplausos, ya que los coches bombas todavía atravesaban la capital y la inflación anual se acercaba al 8.000 por ciento.

Aplicó la misma terapia de choque económico que Vargas Llosa había defendido, pero que había argumentado en contra en la campaña.

Privatizando las industrias estatales, Fujimori redujo el gasto público y atrajo una inversión extranjera récord.

Conocido cariñosamente como "El chino", debido a su ascendencia asiática, Fujimori a menudo se ponía ropa campesina para visitar las comunidades indígenas de la selva y los agricultores de las tierras altas, mientras entregaba electricidad y agua potable a pueblos poco conocidos. Eso lo distinguió de los políticos patricios y patricios que normalmente carecían del toque de su plebeyo.

Fujimori también dio rienda libre a las fuerzas de seguridad de Perú para tomar el Camino Brillante.

En septiembre de 1992, la policía capturó al líder rebelde Abimael Guzmán. Merecidamente o no, Fujimori se llevó el crédito.

Tomando el poder solo años después de que gran parte de la región hubiera abandonado las dictaduras, el ex profesor universitario finalmente representó un paso atrás. Desarrolló un creciente gusto por el poder y recurrió a medios cada vez más antidemocráticos para acumular más de él.

En abril de 1992, cerró el Congreso y los tribunales, acusándolos de encadenar sus esfuerzos para derrotar el Camino Luminoso y estimular las reformas económicas.

La presión internacional lo obligó a convocar elecciones para una asamblea que reemplazara al Congreso. El nuevo cuerpo legislativo, dominado por sus partidarios, cambió la constitución de Perú para permitir al presidente cumplir dos mandatos consecutivos de cinco años. Fujimori fue arrastrado de nuevo al cargo en 1995, después de una breve guerra fronteriza con Ecuador, en un deslizamiento electoral.

Los defensores de los derechos humanos en el país y en el extranjero lo criticaron por impulsar una ley de amnistía general que perdonaba los abusos de los derechos humanos cometidos por las fuerzas de seguridad durante la campaña "antisubversiva" de Perú entre 1980 y 1995.

El conflicto se cobraría casi 70.000 vidas, encontró una comisión de verdad, con los militares responsables de más de un tercio de las muertes. Periodistas y empresarios fueron secuestrados, estudiantes desaparecieron y al menos 2.000 campesinas de las tierras altas fueron esterilizadas por la fuerza.

En 1996, el bloque mayoritario de Fujimori en el Congreso lo puso en el camino para un tercer mandato cuando aprobó una ley que determinaba que sus primeros cinco años como presidente no contaban porque la nueva constitución aún no estaba en vigor cuando fue elegido.

Un año después, el Congreso de Fujimori despidió a tres jueces del Tribunal Constitucional que intentaron anular la legislación, y sus enemigos lo acusaron de imponer una dictadura elegida democráticamente.

Para entonces, las revelaciones casi diarias mostraban la escala monumental de la corrupción alrededor de Fujimori. Alrededor de 1.500 personas relacionadas con su gobierno fueron procesadas por corrupción y otros cargos, incluidos ocho exministros del Gabinete, tres ex comandantes militares, un fiscal general y un ex jefe de la Corte Suprema.

Las acusaciones contra Fujimori llevaron a años de peleas legales. En diciembre, el Tribunal Constitucional de Perú falló a favor de un indulto humanitario otorgado a Fujimori en Nochebuena de 2017 por el entonces presidente Pablo Kuczynski. Usando una mascarilla y recibiendo oxígeno suplementario, Fujimori salió por la puerta de la prisión y se subió a un vehículo utilitario deportivo conducido por su nuera.

La última vez que lo vieron en público fue el 4 de septiembre, saliendo de un hospital privado en silla de ruedas. Le dijo a la prensa que se había sometido a una tomografía computarizada y cuando se le preguntó si su candidatura presidencial todavía estaba en marcha, sonrió y dijo: "Ya veremos, ya veremos".

Alberto Fujimori, un expresidente del Perú que fue condenado por abusos contra los derechos humanos, muere a los 86 años