Por Karla Bahm

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GRAND RAPIDS, MICHIGAN (EVH)_ En una impactante admisión de culpabilidad, Brandon Ortiz-Vite, de 25 años, se declaró culpable el lunes 23 de septiembre de asesinar a Ruby García, y arrojar su cuerpo al costado de la autopista US-131 en Grand Rapids en marzo de este año. El crimen estremeció a la comunidad local y avivó el debate sobre la política migratoria en los Estados Unidos, ya que Ortiz-Vite se encontraba en el país sin documentación en regla en el momento del horrible asesinato.

Ortiz-Vite, que enfrenta una condena mínima de entre 30 y 37 años de prisión, se declaró culpable de varios cargos: asesinato en segundo grado, robo de auto, portar un arma oculta y usar un arma de fuego durante la comisión de un delito grave. Además de su condena por asesinato, también se enfrenta a una sentencia obligatoria de dos años por el delito de arma de fuego. La audiencia de sentencia está programada para el 31 de octubre, tras la cual las autoridades federales de inmigración tomarán medidas adicionales sobre su estatus migratorio.

El fiscal del condado de Kent, Chris Becker, en un comunicado de prensa explicó que la familia de Ruby García prefirió aceptar el acuerdo de culpabilidad en lugar de arriesgarse a un juicio. "Siempre existen posibles peligros en un juicio. Aunque teníamos un caso sólido y no me preocupaba perder, cualquier cosa puede pasar: desde revocaciones de sentencias hasta juicios nulos", afirmó Becker. "Este acuerdo se realizó en consulta con la familia, y estos fueron sus deseos. Hay mucha más certeza con una declaración de culpabilidad que si se va a juicio".

El crimen que conmocionó a Grand Rapids

El asesinato de Ruby García, de 25 años, ocurrió el 22 de marzo. Su cuerpo fue hallado al costado de la US-131, cerca de la intersección con Leonard Street, poco antes de la medianoche. El brutal crimen desató una intensa investigación que culminó con la confesión de Ortiz-Vite dos días después, el 24 de marzo, cuando llamó al 911 desde la Iglesia Metodista Unida de Ganges, en el condado de Allegan, para entregarse.

En la llamada al 911, se escucha a Ortiz-Vite decir: "Llamo porque quiero entregarme por un asesinato que cometí hace dos noches". Las autoridades lo arrestaron poco después. Durante una audiencia en mayo, un sargento detective de la Policía Estatal de Michigan testificó que Ortiz-Vite confesó que no había planeado matar a Ruby ese día. Según su relato, había estado bebiendo y consumiendo cocaína, lo que intensificó una discusión con la víctima mientras ella lo llevaba a su casa.

El detective declaró que el asesino confeso estaba molesto porque Ruby quería terminar la relación, que había durado aproximadamente un año. En un momento, mientras estaban detenidos en la autopista US-131, Ruby le pidió a Ortiz-Vite que saliera del auto, lo que provocó una pelea. En medio del altercado, Ortiz-Vite recordó que llevaba un arma de fuego consigo y, según dijo, "por instinto" sacó el arma y disparó varias veces dentro del vehículo, matando a Ruby.

Ortiz-Vite no era ajeno a las autoridades. Su situación migratoria ha sido objeto de escrutinio desde que ingresó a los Estados Unidos sin documentos cuando era un niño. Más tarde, obtuvo protección temporal bajo el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), que permite a ciertos jóvenes inmigrantes permanecer en el país legalmente. Sin embargo, su estatus DACA expiró en mayo del 2019.

En ese momento, Ortiz-Vite ya tenía antecedentes penales. En el 2018, fue arrestado por irrumpir en la casa de una exnovia en la ciudad de Wyoming, Michigan, donde fue encontrado de pie sobre su cama, un incidente que le valió 30 días en prisión. No está claro por qué no fue deportado tras ese incidente, aunque en el 2020 fue deportado después de ser arrestado por conducir ebrio en Grand Rapids. Según las autoridades de inmigración, Ortiz-Vite volvió a ingresar ilegalmente a los Estados Unidos en algún momento después de su deportación, aunque no se sabe con precisión cuándo regresó.

El asesinato de Ruby García atrajo la atención nacional, incluso llegando a ser mencionado por el expresidente Donald Trump durante un evento en Grand Rapids en agosto del 2024. En ese discurso, Trump culpó directamente a la administración del presidente Joe Biden y sus políticas fronterizas por permitir que criminales como Ortiz-Vite ingresaran y permanecieran en el país. Trump también afirmó haber hablado con la familia de Ruby García, un comentario que fue rápidamente desmentido por la hermana de la víctima, quien aseguró que ni Trump ni ningún miembro de su partido habían contactado a la familia.

"Kamala Harris traerá crimen, caos, destrucción y muerte si se le permite ser presidenta de los Estados Unidos", dijo Trump durante el evento, en un intento por desacreditar a su rival demócrata, mientras prometía deportaciones masivas y apoyo a las fuerzas del orden. Estas declaraciones, que algunos consideraron incendiarias, provocaron una respuesta crítica de diversos sectores que acusaron a Trump de utilizar el dolor de la familia García para fines políticos.

Con la declaración de culpabilidad de Ortiz-Vite, la familia de Ruby García espera cerrar un capítulo doloroso. A pesar de la trágica pérdida, el acuerdo alcanzado evita los riesgos e incertidumbres de un juicio prolongado, lo que brinda a la familia una medida de justicia. Ortiz-Vite, quien ya ha confesado su culpabilidad, enfrentará décadas en prisión, seguido por una posible deportación una vez que cumpla su condena.

El asesinato de Ruby García ha dejado una profunda huella en la comunidad de Grand Rapids y ha abierto una conversación sobre la violencia de género, la inmigración y el manejo de casos criminales en personas indocumentadas. Mientras se espera la sentencia de Ortiz-Vite el 31 de octubre, queda por ver cómo las autoridades federales manejarán su estatus migratorio una vez que su tiempo en prisión llegue a su fin.

Asesino de Ruby García se declara culpable y evita juicio