Por Karla Bahm
Karla@elvocerous.com

GRAND RAPIDS, MICHIGAN (EVH)_ El gobierno de Biden ha anunciado una nueva política que beneficiará a aproximadamente medio millón de inmigrantes sin estatus legal en Estados Unidos. Esta iniciativa permitirá a aquellos casados con ciudadanos estadounidenses y a sus hijos acceder a un proceso de naturalización. La medida busca equilibrar las recientes restricciones fronterizas, ofreciendo una esperanza renovada para muchas familias inmigrantes.

Según la ley de inmigración de Estados Unidos, un ciudadano estadounidense puede facilitar que su cónyuge sin documentos en regla solicite la residencia permanente, simplificando su estatus legal. Sin embargo, si esta persona ha vivido en el país sin estatus legal durante mucho tiempo, el proceso se complica significativamente. En tales casos, enfrentan mayores obstáculos y posibles sanciones, lo que hace esencial una asesoría legal experta para navegar estas complejidades.

“El martes 18 de junio de 2024, el presidente Biden anunció una nueva política de inmigración que creó mediante una acción ejecutiva. Esta política está dirigida a personas que ingresaron ilegalmente a los EE. UU. y luego se casaron con un ciudadano estadounidense. Esta nueva política también ayudará a los niños que trajeron con ellos. Bajo este programa, ciertos cónyuges e hijos indocumentados de ciudadanos estadounidenses podrán solicitar la residencia permanente sin salir del país”, dijo el abogado especialista en inmigración, Michael K. Gardiner, en una entrevista para El Vocero Hispano, al ser consultado sobre la acción ejecutiva de Biden.

Mike Gardiner.png — El abogado Michael K. Gardiner, en una entrevista para El Vocero Hispano, detalló los requisitos y el proceso para que inmigrantes sin estatus legal puedan regularizar su situación bajo la nueva política anunciada por el presidente Biden. (Foto: EVH/ Archivo)

Con frecuencia, estas personas deben salir de Estados Unidos y presentar la solicitud desde su país de origen. Dependiendo del tiempo vivido sin autorización, pueden permanecer en el extranjero entre tres y 10 años antes de regresar. Solicitar una exención para acortar este período implica un proceso que puede durar alrededor de tres años y medio. Frente a la posibilidad de abandonar a sus seres queridos en Estados Unidos debido a un trámite prolongado y poco prometedor, muchos optan por permanecer en la clandestinidad, fuera del radar oficial.

“Según las leyes de inmigración actuales, cualquier persona que ingrese a los EE. UU. sin autoridad legal no puede solicitar la residencia permanente aquí, incluso si está casado con un ciudadano estadounidense. La ley actual les exige salir del país y enfrentar la posibilidad de que no se les permita el reingreso por hasta 10 años. Esto puede provocar que las personas pierdan sus empleos y que sus familias se separen. Muchas personas optaron por no solicitar el estatus de residencia debido a los riesgos que implicaba. El proceso actual también es muy caro”, subrayó Gardiner.

La nueva política de Biden pretende simplificar este proceso, reduciendo tiempos de espera y facilitando la reunificación familiar. Además, busca proporcionar una vía más rápida y menos complicada hacia la regularización del estatus migratorio.

La nueva política de inmigración en Estados Unidos ha generado esperanza entre muchos cónyuges sin estatus legal, quienes ahora tienen la oportunidad de solicitar la residencia permanente sin tener que abandonar el país. Este cambio ofrece una vía hacia la naturalización, aunque el proceso no es automático.

“Con este nuevo programa, el presidente Biden se está basando en una política de inmigración conocida como Parole in Place, que esencialmente trata a una persona que ingresó ilegalmente a los Estados Unidos como si hubiera ingresado con autoridad legal. Según la ley actual, si una persona ingresa a los EE. UU. con una visa y luego se casa con un ciudadano estadounidense, puede permanecer aquí y solicitar la residencia. Esta nueva política dará esa misma oportunidad a personas que no ingresaron con visa”, aseguró el abogado Gardiner.

Gardiner explicó que, para ser elegibles, los solicitantes deben haber vivido en Estados Unidos durante al menos una década, demostrar que no representan una amenaza para la seguridad, es decir, no tener antecedentes penales, y haberse casado antes del 17 de junio de 2024. Además, deben presentar su solicitud al Departamento de Seguridad Nacional, que evaluará cada caso individualmente. El proceso de solicitud incluirá una investigación exhaustiva sobre el historial de inmigración, antecedentes penales y posibles casos de fraude. Aquellos que hayan sido admitidos o autorizados a entrar al país anteriormente no serán elegibles.

“Para ser aprobados, a los solicitantes se les tomarán las huellas digitales y se les realizará una verificación de antecedentes penales. Tendrán que presentar su certificado de matrimonio y deberán proporcionar documentos que demuestren que han vivido en Estados Unidos durante al menos 10 años. Estos documentos pueden incluir registros escolares, registros médicos, registros dentales, registros bancarios, facturas a su nombre, registros de empleo, recibos de sueldo, registros de impuestos, etc.”, manifestó Gardiner.

Una vez aprobada la solicitud por el Departamento de Seguridad Nacional, los solicitantes tendrán tres años para solicitar la residencia permanente y podrán obtener una autorización de trabajo por el mismo período. Este paso representa un avance significativo para aquellos que han estado viviendo en las sombras, brindándoles la oportunidad de establecerse de manera legal en el país que ahora consideran su hogar.

“El beneficio de este nuevo programa, a diferencia del proceso actual, es que probablemente será mucho menos costoso, consumirá menos tiempo, evitará la separación de familias y eliminará la posible penalización de que se les prohíba volver a ingresar al país por hasta 10 años”, aseguró Gardiner.

Los cambios en la política migratoria de Estados Unidos también tienen como objetivo facilitar la calificación para visados de trabajo permanentes a los beneficiarios del programa DACA. Este programa, establecido en 2012 por la administración Obama, brinda protecciones contra la deportación y permisos de trabajo temporales a quienes fueron traídos a los Estados Unidos siendo niños y sin documentos legales. Muchos de estos jóvenes, conocidos como "dreamers", ahora son padres.

Para obtener una visa de trabajo, los beneficiarios de DACA deben enfrentarse a un proceso complejo que implica viajar al extranjero y obtener una exención para regresar a Estados Unidos. Sin embargo, este proceso es lento y ofrece poca orientación, lo que ha desalentado tanto a empleadores como a beneficiarios de DACA. Los cambios propuestos buscan simplificar este proceso, haciendo que la obtención de visas de trabajo permanentes sea más accesible y menos ardua para los beneficiarios de DACA y las empresas que los emplean.

“Es posible que haya personas que actualmente tengan DACA o TPS, que puedan calificar para este nuevo programa. DACA y TPS solo brindan autorización de trabajo, pero no brindan un camino hacia la residencia y la ciudadanía”, sostuvo Gardiner.

La propuesta ha desencadenado una feroz oposición por parte de los republicanos y los críticos de la inmigración, quienes probablemente buscarán bloquearla mediante acciones legales. La organización FWD.us revela que alrededor de 1,1 millones de inmigrantes indocumentados están casados con ciudadanos estadounidenses en el país. El gobierno estima que aproximadamente la mitad de ellos, junto con unos 50,000 de sus hijos, podrían beneficiarse del programa de residencia permanente.

Si usted cree que califica para este programa o está interesado en obtener más información, no dude en comunicarse con Michael K. Gardiner. Puede llamarlo al teléfono (616) 459-9256, o puede visitar su oficina ubicada en 1052 Bridge Street, NW, Grand Rapids, MI 49504. Michael K. Gardiner ofrece asesoramiento legal y orientación especializada para ayudarlo a navegar el proceso de solicitud. No pierda la oportunidad de obtener el apoyo necesario para asegurar su futuro y el de su familia.

Esperanza para familias inmigrantes: Nueva política de Biden permite naturalización sin salir de EE.UU.