La Secretaria del Home Land Security visita la prisión de El Salvador, donde se mantienen venezolanos deportados

Por Rebecca Santana

WASHINGTON (AP) - La Secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, visitó el miércoles la prisión de alta seguridad de El Salvador, donde los venezolanos que la administración Trump alega que son miembros de la pandilla Tren de Aragua han estado detenidos desde su deportación de los Estados Unidos.

El viaje de Noem a la prisión, donde los reclusos están metidos en celdas y nunca se les permite salir, llega cuando la administración Trump busca demostrar que está deportando a las personas que describe como "lo peor de lo peor".

La administración Trump está argumentando en el tribunal federal que estaba justificado enviar a los venezolanos a El Salvador, mientras que los activistas de derechos humanos dicen que los funcionarios los han enviado a una prisión plagada de abusos contra los derechos humanos.

En una publicación del miércoles X, Seguridad Nacional indicó que continuaría trabajando con El Salvador, diciendo que Noem estaba programada para discutir cómo los Estados Unidos pueden "aumentar el número de vuelos de deportación y deportaciones de criminales violentos de los Estados Unidos" durante su visita con el presidente Nayib Bukele.

Desde que asumió el cargo, Noem ha estado con frecuencia al frente y al centro de los esfuerzos para destacar la represión de la inmigración. Ella tomó parte en operaciones de aplicación de la ley de inmigración, montó a caballo con agentes de la Patrulla Fronteriza y fue el rostro de una campaña de televisión advirtiendo a las personas que están ilegalmente en el país que se autodeportaran.

La visita del miércoles de Noem es parte de un viaje de tres días. También viajará a Colombia y México.

Los venezolanos fueron retirados de los Estados Unidos este mes después de que Trump invocara la Ley de Enemigos Extranjerosde 1798 y dijera que Estados Unidos estaba siendo invadido por la pandilla del Tren de Aragua. La Ley de Enemigos Extranjeros otorga al presidente poderes de guerra y permite que los no ciudadanos sean deportados sin la oportunidad de ir ante un juez de inmigración o de la corte federal.

Una pregunta central pendiente sobre el estatus de los deportados es cuándo y cómo podrían ser liberados de la prisión, llamada Centro de Confinamiento del Terrorismo, ya que no están cumpliendo condenas. Ya no aparecen en EE. UU. El localizador de detenidos en línea del Servicio de Inmigración y Aduanas y no han aparecido ante un juez en El Salvador.

La administración Trump se refiere a ellos como los "peores de los peores", pero no ha identificado quién fue deportado ni ha proporcionado evidencia de que son miembros de pandillas.

Los familiares de algunos de los deportados han negado categóricamente cualquier afiliación a pandillas. El gobierno venezolano y un grupo llamado el Comité de Familias de Inmigrantes en Venezuela contrataron a un abogado para ayudar a liberar a los detenidos en El Salvador. Un abogado de la firma, que actualmente representa a unos 30 venezolanos, dijo que no son miembros de pandillas y no tienen antecedentes penales.

El gobierno de los Estados Unidos ha reconocido que muchos no tienen tales registros.

Los vuelos estaban en el aire el 15 de marzo cuando un juez federal emitió una orden verbal prohibiendo temporalmente las deportaciones y ordenó que los aviones regresaran a los Estados Unidos.

La administración Trump ha argumentado que las instrucciones verbales del juez no contaban, que solo había que seguir su orden escrita y que no podía aplicarse a los vuelos que ya habían salido de los Estados Unidos.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo a los periodistas que alrededor de 261 personas fueron deportadas en los vuelos, incluidas 137 bajo la Ley de Enemigos Extranjeros.

Bukele abrió la prisión en 2023 cuando hizo de las prisiones del país centroamericano una marca registrada de su lucha contra el crimen. La instalación tiene ocho pabellones en expansión y puede contener hasta 40.000 reclusos. Cada celda puede acomodar de 65 a 70 prisioneros.

Los prisioneros no pueden recibir visitas. No hay talleres ni programas educativos.

El Salvador no ha tenido relaciones diplomáticas con Venezuela desde 2019, por lo que los venezolanos encarcelados allí no tienen apoyo consular de su gobierno.

Un vídeo publicado por el gobierno de El Salvador después de la llegada de los deportados mostraba a hombres saliendo de los aviones hacia una pista del aeropuerto alineada por oficiales con equipo antidisturbios. Los hombres, que tenían las manos y los tobillos encadenados, lucharon por caminar mientras los oficiales bajaban la cabeza.

Más tarde se los mostró en la prisión arrodillados en el suelo mientras sus cabezas se afeitaban antes de cambiarse al uniforme completamente blanco de la prisión (pantalones cortos hasta la rodilla, camiseta, calcetines y zuecos de goma) y colocados en celdas.

Durante tres años, El Salvador ha estado operando bajo un estado de emergencia que suspende los derechos fundamentales. Durante ese tiempo, unas 84.000 personas han sido arrestadas, acusadas de vínculos de pandillas y encarceladas, a menudo sin el debido proceso.

Bukele se ofreció a mantener a los deportados estadounidenses en la prisión cuando el Secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, visitó en febrero.