Por Karla Bahm

Karla@elvocerous.com

GRAND RAPIDS, MICHIGAN (EVH) – Decenas de manifestantes se reunieron el miércoles 6 de noviembre en Rosa Park Circle para exigir el fin del apoyo estadounidense a Israel en medio de las crecientes denuncias de genocidio contra el pueblo palestino.

La protesta, marcada por consignas en defensa de Palestina y en contra de la política exterior de Estados Unidos, reunió a miembros de organizaciones comunitarias, activistas y líderes progresistas que se unieron para hacer escuchar sus voces en un acto de solidaridad y resistencia.

"¡Paren el asedio a Gaza y terminen la ayuda Estadounidense a Israel !", fue una de las frases en carteles y gritos de los manifestantes, quienes exigieron el cese inmediato del apoyo financiero y militar que el gobierno estadounidense de Joe Biden proporciona a Israel. "Nosotros somos la verdadera oposición (no los demócratas) a la agenda racista y reaccionaria de Trump", exclamó uno de los organizadores, aludiendo a una política exterior estadounidense que, según afirmaron, contribuye a la escalada de violencia y al sufrimiento de millones en la región de Gaza.

La protesta no solo buscaba expresar la solidaridad con el pueblo palestino, sino que también sirvió como un llamado de atención hacia el impacto de las decisiones de política exterior en el panorama político y social interno de Estados Unidos. "Luchamos por una vida mejor", afirmaron los organizadores al inicio del evento. Los manifestantes cuestionaron la manera en que ambos partidos políticos han manejado la situación, y dirigieron duras críticas especialmente al Partido Demócrata, al que acusaron de ser cómplice en las políticas pro-israelíes.

"El Partido Demócrata jugó con las vidas de las personas al intentar apaciguar a los republicanos belicistas, anti-inmigrantes y antiaborto", comentaron algunos de los asistentes a la protesta, que también sostuvieron que esta "apuesta fracasó a expensas del pueblo palestino".

Los manifestantes remarcaron que el conflicto en Gaza es solo una muestra de lo que describieron como una tendencia imperialista en la política exterior de Estados Unidos, una política que, según sostienen, no solo afecta a países lejanos, sino también a comunidades vulnerables dentro del propio país.

La movilización en Grand Rapids también puso de relieve una demanda de cambio en la política exterior. "No toleraremos eso. Seguiremos organizando y movilizando nuestras comunidades porque merecemos algo mejor", aseguraron los líderes de la manifestación, en un llamado abierto a que más personas se unan a sus filas y apoyen la causa palestina.

La protesta dejó claro el descontento de una parte significativa de la población que ve la política exterior de Estados Unidos como un obstáculo para alcanzar una verdadera justicia social. "Continuaremos apoyando a Palestina y oponiéndonos a la máquina de guerra de Estados Unidos", expresaron. Para los organizadores, este conflicto no solo se trata de una guerra en otro continente, sino de una lucha profundamente conectada con sus propias aspiraciones de justicia y equidad. "Nuestra propia liberación está ligada a la liberación de todas las personas oprimidas por el imperialismo estadounidense", señalaron en un discurso dirigido a la multitud.

El evento concluyó sin incidentes, pero con un claro mensaje de que las protestas continuarán mientras Estados Unidos siga brindando apoyo militar y económico a Israel. Los manifestantes pidieron a los líderes locales y estatales que escuchen sus demandas y se posicionen en favor de una política exterior más humanitaria y justa.

A medida que crece la indignación en diversas ciudades del país, se prevé que este tipo de manifestaciones aumente en número y fuerza, a medida que los ciudadanos exigen un cambio en la política exterior y un fin al apoyo militar en conflictos que, según sostienen, perpetúan ciclos de violencia y desestabilización en regiones ya golpeadas por la guerra.

Trump salió electo presidente en las elecciones del 5 de noviembre y, durante su campaña, prometió acabar con la guerra en Medio Oriente. La pregunta es: ¿cómo lo hará?

A menos que se logren complicados acuerdos de cese al fuego antes de su toma de posesión, Trump asumirá la presidencia en un contexto marcado por la brutal guerra en Gaza y una ofensiva en curso de Israel contra el grupo político-militar libanés Hezbollah.

El conflicto entre Irán e Israel tampoco muestra signos de reducirse, al igual que las tensiones de Tel Aviv con aliados iraníes en Irak y Yemen. Además, el programa nuclear de Irán sigue siendo una de las mayores preocupaciones de seguridad para Israel.

La guerra de Israel contra Hamás, desatada tras el ataque de la milicia palestina el 7 de octubre de 2023, ha dejado ya más de 43,000 muertos en la Franja de Gaza y corre el riesgo de escalar a una contienda regional. El conflicto involucra hasta siete frentes activos, intensificándose especialmente en Líbano, donde fuerzas israelíes y combatientes de Hezbollah libran enfrentamientos directos tras la incursión terrestre israelí. La reciente ofensiva de Irán contra Israel, lanzando 200 misiles, ha sumido aún más a la región en una nueva fase de inestabilidad. Israel, por su parte, ha prometido atacar infraestructuras iraníes en represalia.

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