Por Karla Bahm

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GRAND RAPIDS, MICHIGAN (EVH) – El caso de los hermanos Skelton, desaparecidos hace 14 años tras pasar las vacaciones de Acción de Gracias con su padre, ha dado un nuevo giro. Audiencias judiciales programadas para el próximo mes buscarán determinar si Andrew, Alexander y Tanner Skelton deben ser declarados legalmente muertos, un paso que su madre, Tanya Zuvers, describe como "inimaginable pero necesario".

Andrew, de 9 años; Alexander, de 7; y Tanner, de 5; desaparecieron el 26 de noviembre de 2010 en Morenci, una pequeña ciudad cerca de la frontera entre Michigan y Ohio. Los niños estaban bajo la custodia temporal de su padre, John Skelton, quien debía devolverlos a su madre al final del feriado. Sin embargo, Skelton nunca cumplió con el acuerdo. En cambio, afirmó haber entregado a los niños a "un grupo clandestino" que, según él, estaba destinado a protegerlos de su madre. Hasta el día de hoy, esta afirmación nunca ha sido corroborada y las pistas sobre el paradero de los niños siguen siendo escasas.

El caso conmocionó a la comunidad de Morenci y desencadenó una búsqueda masiva que involucró a cientos de oficiales, voluntarios y equipos de rescate. Durante semanas, se buscaron indicios de los niños en campos, bosques y áreas rurales cercanas. Sin embargo, no se encontró rastro alguno de Andrew, Alexander o Tanner.

Las investigaciones revelaron que el teléfono móvil de John Skelton registró movimientos sospechosos la noche de la desaparición. Según los registros, Skelton salió de su casa en Morenci y viajó 25 millas hacia Holiday City, Ohio, antes de regresar. Este trayecto sigue siendo una pieza clave en el caso, ya que se desconoce lo que ocurrió durante ese lapso de tiempo.

En una serie de declaraciones confusas, Skelton ofreció versiones contradictorias sobre el destino de sus hijos. Primero dijo haberlos entregado a un grupo religioso para su protección; luego afirmó que estaban con una familia segura. Sin embargo, los investigadores desestimaron estas afirmaciones como fabricaciones. En 2011, Skelton fue acusado y condenado por tres cargos de encarcelamiento ilegal, aunque nunca se presentaron cargos por asesinato debido a la falta de pruebas concluyentes.

En los 14 años transcurridos desde la desaparición, Tanya Zuvers ha mantenido la esperanza de que sus hijos fueran encontrados vivos, pero también ha enfrentado la devastadora realidad de su ausencia prolongada. Este año, Zuvers anunció su decisión de solicitar que los niños sean declarados legalmente muertos, describiendo la decisión como “extremadamente dolorosa” pero necesaria para avanzar legalmente y emocionalmente.

“Durante años, he vivido entre la esperanza y la desesperación. Quiero seguir teniendo esperanza, pero la realidad es que ya no son niños; habrían sido adultos jóvenes con vidas propias. Sin embargo, no están aquí, y no puedo seguir viviendo en esta incertidumbre interminable”, afirmó Zuvers.

El proceso de declararlos muertos también tiene implicaciones legales y prácticas, permitiendo a la familia cerrar ciertas etapas y avanzar en aspectos administrativos relacionados con el caso.

A pesar de la condena por encarcelamiento ilegal, John Skelton nunca ha revelado qué ocurrió realmente con sus hijos. Actualmente está detenido en el Centro Correccional Bellamy Creek en Ionia, Michigan, cumpliendo una sentencia de entre 10 y 15 años. Se le ha denegado la libertad condicional en dos ocasiones, en 2020 y 2022, debido a la gravedad del caso y su falta de cooperación con las autoridades. Su liberación está programada para el 29 de noviembre de 2025, pero muchos temen que, incluso tras salir de prisión, nunca confiese lo que ocurrió con Andrew, Alexander y Tanner.

El caso de los hermanos Skelton continúa siendo una de las desapariciones más inquietantes en la historia de Michigan. Los investigadores, que inicialmente lo trataron como un caso de personas desaparecidas, han reconocido que es poco probable que los niños estén vivos después de tantos años. Aun así, los cuerpos nunca han sido encontrados y no hay evidencia directa que confirme qué pasó con ellos.

En 2013, un avance potencial en el caso surgió cuando se descubrieron restos óseos infantiles en Montana, pero las pruebas de ADN confirmaron que no pertenecían a los hermanos Skelton. Este episodio reavivó las esperanzas brevemente, solo para traer más frustración e incertidumbre a la familia y a los investigadores.

La desaparición de los niños dejó una profunda huella en la comunidad de Morenci y en todo el estado de Michigan. Durante años, vigilias, caminatas conmemorativas y campañas de concienciación han mantenido vivo el recuerdo de Andrew, Alexander y Tanner. Organizaciones como MissingKids.org continúan destacando el caso y pidiendo información que pueda resolver el misterio.

El jefe de policía de Morenci, en declaraciones recientes, expresó que el caso sigue siendo una prioridad para el departamento. “Nunca hemos dejado de buscar respuestas. Estos niños merecen justicia, y su familia merece saber la verdad”, afirmó.

Las audiencias judiciales para declarar legalmente muertos a los hermanos están programadas para diciembre. Este proceso, aunque doloroso, podría ayudar a la familia a cerrar un capítulo en esta historia trágica. Sin embargo, también plantea preguntas difíciles sobre la falta de respuestas definitivas en un caso que ha desconcertado a la justicia y a la sociedad durante más de una década.

Mientras tanto, la liberación programada de John Skelton en 2025 genera preocupación. Muchos temen que, si sale de prisión sin haber confesado, el caso quede sin resolver para siempre. Sin embargo, las autoridades han asegurado que cualquier nueva evidencia podría reabrir el caso y llevar a cargos adicionales contra Skelton.

Solicitan declarar muertos a los hermanos Skelton, desaparecidos en Michigan durante el Día de Acción de Gracias del 2010