NUEVA YORK (EVH/AP) - Stormy Daniels tomó el puesto de testigo el martes en el juicio por dinero en silencio del expresidente Donald Trump, preparado para testificar sobre un encuentro sexual que la actriz porno dice que tuvo en 2006 que resultó en que se le pagara para guardar silencio durante las elecciones presidenciales 10 años después.

Daniels entró erguida en la sala del tribunal antes de prestar juramento, sin hacer una pausa para mirar a Trump, que miró fijamente hacia adelante al entrar en la sala.

El testimonio de Daniels, es el espectáculo más esperado en el juicio al ex presidente. En su testimonio Daniels dijo que tuvo un encuentro íntimo con Trump.

Su testimonio es fundamental para el caso porque en las últimas semanas de la campaña presidencial republicana de Trump en 2016, su entonces abogado y reparador personal, Michael Cohen, le pagó a Daniels 130.000 dólares para guardar silencio sobre lo que ella dice que fue un encuentro sexual incómodo e inesperado con Trump en una salida de golf de celebridades en Lake Tahoe en julio de 2006. Trump niega haber tenido relaciones sexuales con Daniels y se ha declarado inocente.

En los primeros momentos de su testimonio, Daniels dijo a los miembros del jurado interrogados por parte de los fiscales que conoció a Trump porque el estudio de cine para adultos para el que trabajaba en ese momento estaba patrocinando uno de los hoyos del campo de golf. Charlaron sobre la industria del cine para adultos y sus habilidades de dirección cuando el grupo de Trump pasó. Trump comentó que debe ser "la inteligente" si está haciendo películas, recordó Daniels.

Más tarde, en un área conocida como la "sala de regalos", donde los golfistas famosos recogían bolsas de regalo y botín, Trump la llamó "la inteligente" y le preguntó si quería ir a cenar, dijo Daniels.

Daniels testificó que aceptó la invitación de Trump porque quería salir de una cena planificada con sus colegas de la compañía de cine para adultos. Dijo que su entonces publicista sugirió en una llamada telefónica que la invitación de Trump era una buena excusa para esquivar la cena de trabajo y "haría una gran historia" y tal vez ayudaría a su carrera.

"¿Qué podría salir mal?" Recordó lo que dijo el publicista.

Una abogada de Trump, Susan Necheles, pidió que se prohibiera a Daniels testificar sobre "los detalles" del supuesto encuentro sexual. La fiscal Susan Hoffinger dijo que tales detalles eran relevantes para su credibilidad, pero también ofreció garantías de que serían "realmente básicos". El juez John M. Merchan aceptó permitir un testimonio limitado.

El testimonio ha dejado claro que en el momento del pago a Daniels, Trump y su campaña se estaban recuperando de la publicación del 7 de octubre de 2016, de la imagen nunca antes vista de "Access Hollywood" de 2005 en la que se jactaba de agarrar los genitales de las mujeres sin su permiso.

El candidato habló con Cohen y Hope Hicks, la secretaria de prensa de su campaña, por teléfono al día siguiente mientras trataban de limitar el daño de la cinta y mantener sus supuestos asuntos fuera de la prensa, según el testimonio.

Cohen le pagó a Daniels después de que su abogado en ese momento, Keith Davidson, indicara que estaba dispuesta a hacer declaraciones registradas al National Enquirer o en la televisión confirmando un encuentro sexual con Trump. El editor de National Enquirer, Dylan Howard, alertó al editor David Pecker y luego, bajo la dirección de Pecker, le dijo a Cohen que Daniels estaba agitando para hacer público sus afirmaciones, dijeron los fiscales. Daniels había tratado previamente de vender su historia a otra revista de chismes de celebridades, Life & Style, en 2011.

El jurado escuchó el lunes a dos testigos, incluido un ex controlador de la Organización Trump, que proporcionó una recitación mecánica pero vital de cómo la compañía reembolsó los pagos que supuestamente estaban destinados a suprimir la aparición de historias embarazosas y luego los registraron como gastos legales de una manera que los fiscales de Manhattan dicen que infringió la ley.

McConney y otro testigo dijeron que los cheques de reembolso se sacaron de la cuenta personal de Trump.

McConney reconoció durante el contrainterrogatorio que Trump nunca le pidió que registrara los reembolsos como gastos legales ni discutió el asunto con él en absoluto.

El testimonio siguió a una severa advertencia del juez Merchan de que las violaciones adicionales de una orden de mordaza que impedían a Trump hacer comentarios incendiarios extrajudiciales sobre testigos, miembros del jurado y otras personas estrechamente relacionadas con el caso podrían resultar en una cárcel.

La multa de 1.000 dólares impuesta el lunes marca la segunda vez desde que comenzó el juicio el mes pasado que Trump ha sido sancionado por violar la orden de mordaza. Fue multado con 9.000 dólares la semana pasada, 1.000 dólares por cada una de las nueve violaciones.

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