Por Andrés Abreu

Cada visita de Donald Trump a Grand Rapids trae consigo a todo lo rural del oeste de Michigan, pero al mismo tiempo, a una conglomeración de la población urbana liberal que protesta contra sus postulados conservadores. El pasado sábado 20 de julio Trump estuvo en Grand Rapids, pero a diferencia de las veces anteriores nadie salió a protestar contra él. Apenas se podía ver cerca de la entrada del evento a un hombre afroamericano de unos 50 años que portaba un letrero que decía “Trump for prison (Trump para la prisión)”.

El mitin de campaña estaba programado para empezar a las 5:00 pm en el Van Andel Arena, el lugar emblemático de eventos construido, (como la mayoría de las cosas en Grand Rapids), por las familias DeVos y Van Andel. Las puertas se abrieron a las 12:00pm y una hora antes ya había una fila de por lo menos 500 metros.

El jefe de policía de Grand Rapids, Eric Winstrom, había dispuesto un fuerte dispositivo de seguridad en toda la zona cerrando las vías de tránsito que pasan por el anfiteatro y desplegando a cientos de oficiales en el centro de la ciudad. La semana anterior Trump había sido víctima de un atentado en Pensilvania del que milagrosamente sobrevivió.

La última visita de Trump a Grand Rapids a principios de este año atrajo solo un grupo pequeño defensores de los inmigrantes que protestaban en la acera contraria del DeVos Place, donde se presentó. La gente protestaba porque Trump había venido para utilizar la muerte de una joven hispana, Ruby García, en manos de un inmigrante indocumentado, como aval a su plan de cerrar por completo la frontera sur.

En el 2019 Trump se presentó también en el Van Andel Arena, que al igual que estaba vez, se llenó a toda capacidad, 12,000 mil personas. Aquella vez afuera había por lo menos 1000 personas protestando por su visita.

La primera vez que vino siendo candidato para las elecciones del 2016, en el 2015, había una multitud afuera del Delta Plex donde se realizaría el mitin. Había gente protestando tanto afuera como adentro. Trump fue interrumpido al menos una docena de veces por voces que le gritaban “racista”.

Cuestionamos a algunas personas sobre la razón de esa ausencia de protestantes ahora. Nadie sabía qué decir, solo que el interés se había perdido porque el candidato contrincante demócrata era muy malo y no había razón para apoyarlo.

Trump pronunció un discurso con una venda en la oreja en el que atacó al presidente Joe Biden culpándolo del “desastre” en el que, según él, se encuentra la nación. Al mismo tiempo dijo que le hubiera gustado que su contrincante no fuera Biden sino la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, cuyo trabajó alabó irónicamente.

Trump durante la pandemia acusó a la gobernadora Whitmer de dictadora y se refería a ella como “la mujer de Michigan”.

Durante el evento de campaña de Donald Trump toda el área alrededor del Van Andel Arena parecía un mercado, pero no de frutas, sino de carteles, gorras, y toda clase de souvenirs con la imagen de Trump. Además de los religiosos que nunca faltan. “Aviso de Urgencia, Cristo está cerca”, decía un enorme cartel que cargaba una mujer. Otro hombre se paseaba por entre la multitud con una cruz acuesta.

Según las encuestas, Donald Trumpo al momento de su evento llevaba la delantera a su entonces rival Joe Biden. Ahora la lleva sobre Kamala Harris cuya popularidad es tan baja como la del presidente.

Visita de Trump a Grand Rapids no atrajo manifestantes en su contra