Por Karla Bahm

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GRAND RAPIDS, MICHIGAN (EVH)_ En un giro sorprendente para la política de Michigan, los votantes árabes estadounidenses y musulmanes, especialmente en la ciudad de Dearborn, se distanciaron del Partido Demócrata en las elecciones presidenciales del 2024, eligiendo en cambio al presidente electo Donald Trump. Este cambio en la preferencia electoral se ha visto impulsado en gran parte por la postura inquebrantable de la administración Biden-Harris de apoyo a Israel, lo que ha alejado a una comunidad que tradicionalmente había apoyado a los demócratas desde principios de la década del 2000.

La cuestión central para los votantes árabes estadounidenses ha sido la política de asistencia militar de Estados Unidos a Israel, particularmente después del ataque del 7 de octubre de 2023, por parte de Hamás, que desencadenó una ola de violencia y ataques aéreos sobre Gaza, resultando en la muerte de más de 43,000 palestinos.

El apoyo de la administración Biden a Israel, y la postura de la candidata presidencial demócrata Kamala Harris de continuar con esta política, fueron factores determinantes en el distanciamiento de la comunidad árabe estadounidense del Partido Demócrata. A pesar de la victoria de Joe Biden en Michigan en el 2020 por más de 150.000 votos, Trump logró dar vuelta a los resultados en el 2024 y ganó el estado por más de 80.000 votos, rompiendo así una racha de victorias demócratas en el estado.

Dearborn, que es hogar de una de las mayores concentraciones de árabes estadounidenses en el país, con casi la mitad de su población de ascendencia árabe, se convirtió en un punto de interés clave en las elecciones de este año. Tradicionalmente un bastión demócrata, la ciudad experimentó una notable transformación política. Trump logró obtener el 42 por ciento de los votos en Dearborn, superando el 36 por ciento de Harris, mientras que la candidata del Partido Verde, Jill Stein, obtuvo un significativo 18 por ciento. La situación fue aún más pronunciada en los barrios de la ciudad con mayor población árabe estadounidense, como el este de Dearborn, donde Harris tuvo un desempeño aún peor.

El respaldo a Trump en Dearborn no fue un hecho aislado, sino que reflejó una tendencia generalizada en Michigan. La falta de respuesta contundente y la falta de acción por parte de los líderes del Partido Demócrata ante la crisis humanitaria en Gaza, junto con las políticas de apoyo a Israel, provocaron una división dentro de la comunidad árabe estadounidense. Algunos votantes decidieron alejarse por completo de las elecciones presidenciales, mientras que otros se sintieron impotentes al ver que sus preocupaciones no fueron tomadas en cuenta por los demócratas.

El Partido Demócrata había dependido históricamente del apoyo de las comunidades árabes y musulmanas en estados clave como Michigan, especialmente en el área metropolitana de Detroit, donde se encuentra Dearborn. Sin embargo, el apoyo de Biden a Israel durante el conflicto en Gaza y la actitud de la campaña de Kamala Harris hacia los manifestantes palestino-estadounidenses, que fueron silenciados durante los actos de campaña, profundizó la desilusión. En particular, el rechazo de Harris a reunirse con un palestino-estadounidense en la Convención Nacional Demócrata y su enfoque de apaciguamiento hacia los intereses pro-israelíes desilusionaron aún más a muchos votantes árabes y musulmanes en Michigan.

Mientras tanto, el Partido Verde y su candidata Jill Stein, quien colocó el conflicto entre Israel y Hamás en el centro de su campaña, también vio un aumento en el apoyo dentro de la comunidad árabe estadounidense, logrando un 22 por ciento de los votos en Dearborn. Stein, que eligió a un compañero de fórmula musulmán estadounidense, capitalizó la creciente frustración con los dos principales partidos políticos del país, pidiendo una política exterior más equilibrada y centrada en la diplomacia en lugar de la intervención militar.

La división en Dearborn también se reflejó en las tensiones internas dentro de la ciudad y en los desacuerdos sobre cómo abordar la crisis en Medio Oriente. El PAC que representaba los intereses árabes estadounidenses, en lugar de respaldar a uno de los principales candidatos, optó por no hacer una recomendación, instando a los residentes a no votar por Harris ni por Trump.

El alcalde de Dearborn, Abdullah Hammoud, se destacó como un líder de la coalición no comprometida, promoviendo la idea de una política de no alineamiento que resonó entre aquellos que se sentían atrapados entre las políticas de los dos principales partidos. Los resultados electorales mostraron que algunas áreas de condados universitarios liberales también tuvieron un desempeño inferior para el Partido Demócrata, lo que reflejó un descontento generalizado con la postura de la administración Biden-Harris en cuanto a la guerra en Gaza.

El resultado electoral en Dearborn, y en Michigan en general, subraya una profunda fractura en la relación entre el Partido Demócrata y la comunidad árabe estadounidense. A medida que las preocupaciones sobre las políticas de Medio Oriente siguen siendo un tema candente, los votantes árabes y musulmanes de Michigan se ven ahora en una posición incierta, alejándose de un partido que antes representaba sus intereses y buscando nuevas alternativas en un entorno político cada vez más polarizado. La situación en Dearborn y otros lugares podría marcar un cambio duradero en la política electoral en Michigan, un estado clave en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.

Además de perder el apoyo de los votantes árabes estadounidenses en Michigan, en las elecciones presidenciales, los demócratas también enfrentaron una derrota significativa en el Congreso estatal al perder la mayoría en ambas cámaras. Esta pérdida refleja el descontento de diversos sectores del electorado, quienes sintieron que las prioridades del partido no representaban sus intereses, particularmente en lo que respecta a cuestiones de política exterior y derechos humanos.

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